Pocas veces me doy cuenta de lo optimista que puedo llegar a ser. Cuando me surgen problemas y se me juntan todos suelo estar unos días, o unos momentos, con el alma a los pies. Pero en cuanto algo me hace olvidarlo no me cuesta reír de nuevo.
Me dicen que no soy realista, que no me doy cuenta de las cosas. ¿Quién lo hace? ¿Quién se da cuenta de que a veces lo más importante no es lo que predica la sociedad? ¿Quién se ha parado a pensar que a veces una sonrisa, un abrazo, un guiño de complicidad, pueden devolver la esperanza o calmar los nervios más agitados? ¿Quién?
Iré de culo cuesta abajo y si frenos, pero amigos, nadie va a robarme la risa, y menos cuando alguien la necesite. Jamás.
Me dicen que no soy realista, que no me doy cuenta de las cosas. ¿Quién lo hace? ¿Quién se da cuenta de que a veces lo más importante no es lo que predica la sociedad? ¿Quién se ha parado a pensar que a veces una sonrisa, un abrazo, un guiño de complicidad, pueden devolver la esperanza o calmar los nervios más agitados? ¿Quién?
Iré de culo cuesta abajo y si frenos, pero amigos, nadie va a robarme la risa, y menos cuando alguien la necesite. Jamás.